Mi llanto no para, y yo respiro hondo cuando la enfermera Moni regresa para cambiar la bolsa del suero.
¿Cómo le voy a decir a Pedro que estoy embarazada? Sé que él quiere tener hijos, y yo también, pero todavía no. No estamos casados todavía. No podría soportar que él piense que estoy tratando de atraparlo en algo que no quiere.
Juana prende la TV y cambia los canales, parando cuando encuentra un show de chismes en un programa de entretenimiento.
—Hoy hemos visto a Pedro Alfonso.
¡Puta mierda!
—Él estaba en un almuerzo romántico con Vanessa Horn, una de sus ex coestrellas de las películas Nightwalker. ¿Sera que Pedro finalmente va a salir de su escondite para revivir su antiguo romance con la linda Vanessa? Ellos fueron novios por más de un año, antes de su separación a principios del año pasado. ¡Sentimos el olor del amor en el aire! Vamos a confirmar y los mantendremos actualizados sobre Pedro y Vanessa, en el momento que consigamos más detalles.
Hay una serie de fotos pasando en la pantalla, y son de hoy. Reconozco la camiseta negra y los jean que el llevaba en el avión. El y Vanessa, una bella rubia están de hecho saliendo de un restaurant, su brazo alrededor de sus hombros y él está sonriéndole, la nariz contra su oreja. Después, hay una foto de él envolviendo los brazos alrededor de sus hombros, atrayéndola para un beso. La cámara tiene un ángulo extraño, entonces no puedo ver realmente si es en la boca, pero es obvio que ellos están haciendo alguna cosa. En la foto de al lado, ella está entrando en un auto y él está sosteniendo la puerta para ella. En la última foto, él está entrando en el lado del conductor, en el mismo auto.
—Puta mierda, él me está engañado.
—No podemos afirmar eso.
—¡Lo vi con mis propios ojos!
—Pau, es un paparazzi de mierda. Ellos hacen cualquier cosa.
—Las imágenes no mienten. Yo sé eso mejor que nadie. Viste la manera en que la toco y la miro. ¡Él la beso Juana!
Los celos corren a través de mí y es algo primitivo. Mi corazón late fuerte, y estoy respirando con dificultad, y siento el calor quemar mi rostro.
Si no hubiese tomado la medicina por las náuseas, probablemente ahora estaría vomitando.
—Paula —murmura Juana y sostiene mi mano—. Estoy segura que no es lo que estás pensando.
Balanceo la cabeza y dejo las lágrimas correr.
—Es el fin.
—No,Paula. No lo es. Hablas con él sobre eso mañana.
—No hay nada para hablar. —Balanceo mi cabeza nuevamente, incapaz de creer en lo que vi—. No puedo confiar en él. No puedo vivir esa vida de celebridad con él.
—Estas siendo boba.
—¡Cállate! ¡Deberías estar de mi lado! Eres mi maldita mejor amiga, no la de él. ¡Está jugando conmigo! Acabamos de ver la prueba, muéstrame alguna mierda de lealtad, Juana.
—Lo siento mucho. —Ella comienza a llorar también, y yo me siento una mierda.
—Ven aquí. —Me muevo hacia el borde de la cama, abriendo espacio para que se acueste conmigo, sosteniéndonos, mientras las dos lloramos—. ¿Qué voy a hacer?
—Tomate tu tiempo. Acabas de descubrir que estas embarazada. No estás pensando bien. Date algún tiempo. —Ella acaricia mi cabello y estoy feliz una vez más, porque ella está a mi lado.
—Ok.
Mi teléfono suena, y es un mensaje de Pedro.
Casi termino con las reuniones de hoy, bebé. Te llamo más tarde. Te amo.
—¡Jodete! —lanzo el teléfono y no me preocupo en responder, pero las puertas a las lágrimas se abren. Cerca de cinco minutos después hay otro mensaje.
No hable contigo en todo el día. Te extraño. ¿Estás bien?
—Pau, tienes que hablar con él.
—No. —Apago el teléfono y lo lanzo dentro de mi cartera.
Pocos minutos después, la Dra. Anderson regresa con mis recetas e instrucciones que debo seguir a partir de ahora.
—Ya estas lista para irte, Paula. Buena suerte.
La voy a necesitar. Juana nos lleva hasta la farmacia y después para la casa. Estoy cargada con medicinas y vitaminas. Cuando llego a la casa, voy para mi cuarto y me acuesto a la cama, enrollándome en una bola y lloro como no llore desde la muerte de mis padres. Siento que mi mundo está cayendo literalmente en pedazos, y esencialmente, lo está. No puedo quedarme con Pedro. Él va a buscar excusas para lo que vi hoy, pero no puedo cambiar los hechos. Él estaba con las manos sobre aquella mujer, de una manera intima. Él fue su novio, y me mintió cuando me dijo que nunca más hablo con su ex novia.
Aprieto la mano en mi barriga. Oh, Dios, ¿qué voy a hacer? ¿Y él bebe? ¿Voy a ser madre soltera? ¿Sera que consigo hacerlo? Pero no tengo otra opción. Y ese pensamiento me lleva a las lágrimas nuevamente. Caigo en el sueño, en el medio de la cama, llorando y destrozada por el final de la mejor relación que tuve, la perdida de la única persona con la que pensé que podría pasar el resto de mi vida.
***
—¿Qué estás haciendo aquí? —Sus ojos están preocupados y él está inclinado muy cerca de mí, con el rostro pálido.
—No conseguía hablar contigo, y estaba preocupado. ¿Por qué no me dijiste que estabas enferma?
—¿Quién te dijo que estoy enferma? —Me siento en la cama, y me alejo de él, hace una mueca, confuso.
—Juana dijo que estabas enferma, y que te llevo al Hospital, no pareces estar muy bien.
—Sí, probablemente es contagioso. Deberías irte a tu casa. —Envuelvo mis brazos alrededor de mi cuerpo, y no puedo mirarlo a la cara.
—¿Paula, que va mal?
—No me siento bien.
—Mentira, mírame. ¿Dónde está tu anillo? —Sus ojos fijos en mi mano izquierda.
—En mi caja de joyas.
—¿Por qué no está en tu dedo? —Su voz se está amplificando y comienza a estar desesperado, y yo todavía estoy triste, molesta y con las hormonas en ebullición, y esto no va a terminar bien.
—Pedro, creo que deberías irte a tu casa.
—No. Dime que va mal.
No puedo parar las lágrimas que caen por mi rostro.
Mientras Pedro más se acerca,más me alejo de él.
—Déjame tocarte.
—No. —Balanceo mi cabeza—. Solo quiero que te vayas para casa.
Pedro pasa las manos por su cabello en frustración.
—Pau, ayúdame a entender. Habla conmigo.
—Ya hiciste suficiente.
—¿Qué significa eso?
—¡Vete! —grito.
—¡No! —grita de regreso.
Sostengo mi cabeza en mis manos, y me odio por llorar delante de él.
—Solo tienes que irte —susurro.
—Me estas asustando. ¿Qué está mal?
—Te vi. —Levanto mi cara y lo miro directamente a los ojos—. Te vi con Vanessa en un restaurant en Los Ángeles, te vi con el brazo alrededor de ella y tu nariz contra su oído de mierda, su boca en la de ella y después entrando en un auto con ella.
Él arruga la frente, confundido.
—Ahora sal de aquí.
—Paula, era una reunión en la hora de almuerzo sobre una película, le estoy pidiendo que trabaje en ella. Estaban otras tres personas. ¿No las viste en las fotos?
—No me importa.
—No estoy mintiéndote.
—Sé lo que vi.
—¡Viste exactamente la mierda que el paparazzi quería que vieras! Te lo dije desde el principio de nuestra relación, tienes que hablar conmigo, Paula.
Balanceo mi cabeza con firmeza.
—Me mentiste cuando me dijiste que no hablabas con tu ex novia. Te volviste loco conmigo sobre Agustin, y respete tu pedido, respete tus sentimientos cuando se trata de trabajar con hombres, pero tú no respetas los míos, al punto de explicarme que vas a tener una reunión con tu ex novia, una mujer con la que no solo follaste, sino con quien te ibas a casar. ¿Sera que follaste con ella en el auto?
—¡Jesús Cristo, no! ¿Es eso lo que piensas?
—Solo vete. No puedo confiar en ti y no te quiero aquí.
—Estás haciendo esto más serio de lo que realmente es. ¡Te estoy diciendo, era una reunión de negocios!
—Está bien. Pero todavía no te quiero aquí.
—Joder, Pau. —Se levanta y camina por el cuarto, mirando en todos lados, pasando las manos por el cabello—. ¿Por qué no crees en mí?
—Me mentiste, y eso es una cosa que no te voy a admitir.
—No mentí —grita—. ¡No hable con ella hasta esta semana, cuando le pedí que hiciera la puta película!
¿Ah, porque simplemente no se va? Mis lágrimas están viniendo nuevamente.
—Bebé, no llores. Te lo prometo, no estoy mintiendo sobre esto. —Él camina en mi dirección, pero levanto mi mano, parándolo.
—Necesitas saber lo que me hizo ver aquello. No parecían colegas, Pedro. Tenías tus manos en ella y la expresión en tu rostro… es la misma que me das cuando sonríes para mí.
Él traga en seco y yo continúo.
—Efectivamente rompiste mi corazón y lo pisaste hasta que quedo en polvo, con apenas una mirada. Ahora, estoy triste, destrozada y con las hormonas en ebullición, y no puedo hablar contigo esta noche. Necesito que me des algún
espacio, y lo necesito en este momento, porque apenas puedo mirarte.
—Paula, nosotros dos ya hicimos cosas de las que nos arrepentimos. Joder, tu cuerpo entero es un guion de tus errores.
Pestañeo ¿Sera que él realmente está diciendo eso? ¿De mí?
—Creo que esto va a ser una experiencia más que voy a agregar a mi guion. Ahora sal de mi casa antes de que llame a la policía.
—Yo te amo. —Él está mirando mis ojos, sus propios ojos azules están brillando, con miedo —. Esto no se ha terminado. Te voy a dar algún tiempo más, maldita sea, Pau, no siento más nada por ella.
Él deja mi cuarto y golpea la puerta al salir. Pocos segundos después escucho la puerta de enfrente y entonces escucho su auto ¿el Lexus?, acelerando fuera del garaje.
no lo podes dejar ahí!!! subí más porfis!!!
ResponderEliminarNo podés dejarnos acá Carme!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarAyyyy Yo pensé q en esta novela no iba a sufrir :(
ResponderEliminarNonono! No lo podes dejar asi!
ResponderEliminarAiii nooo, todo venía.tan bien!! Espero q Pau le crea y q Pedro se.enteré del embarazo!!! @GraciasxTodoPYP
ResponderEliminarAy! no! que manera horrible de empezar el año! venían tan bien! Y ahora? él tiene q saber q está embarazada!
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